domingo, 29 de septiembre de 2013

Carta 2



no estàs entendiendo, despertas en mì muchas cosas, y no querìa que despiertes deseo. y eso hicistes. al punto maldito de que me despertè esta mañana soñando que te besaba. y me despertè con la desazòn de lo que no serà. y un poco te odiè y un poco te quise màs. y no es asì. deberìas ayudarme a matar estos "pajaritos" desubicados. no estar haciéndolos crecer. para vos pareciera que esto es una joda, un chiste. no entendes que yo siento. no entendes que yo anhelo. no entendes que yo deseo. te deseo. que verte asì, sexy, hermoso, me debilita, me frustra. me deja necesitandote ahora, un poco màs. y NO quiero. decìs que hay que tener los pies en la tierra. y te mostras para mì, y me estalla el necesitar saber como es tu piel, y me brotan estas putas làgrimas. y me siento una polilla jugando con la incandescencia de esa luz prohibida, que la incinera, pero que la hace feliz

sábado, 28 de septiembre de 2013

Despertando


Me despertè como todos los dìas, y en el reconocer los ruidos comunes de mi dìa, como todos los dìas, mi cabeza comenzò a pensar, y mi corazòn a sentir. 
Y hoy se apagò un poquito màs el fuego que se encendiò.
Y hoy lo sentì un poquito menos.
Y en la rutina del movimiento, se transforma en algo màs que resolver.
Y en la reflexiòn de las charlas, me despierto a una nueva realidad.
Y lo dejo de idealizar.
Y empiezo a verlo como es.
Y me doy cuenta de que nunca fue èl. 
Siempre fui yo, buscando salir de entre mis 4 paredes.
De las paredes de mi casa.
De las paredes de mi cabeza.
De las paredes de mi corazòn.
Nunca fui suficiente.
Esta vez no es distinto.
Sòlo que ya no duele.
Sòlo que ya no importa.
Mi destino està màs allà de un hombre.
De cualquier hombre.
No sè si exista ese que disfrute del placer de amarme.
Y hoy importa un poco menos que ayer.
Y mañana otro poco menos.
Y los dìas van a pasar.
Y ya no habrà necesidad de encontrarlo.
Y alcanzarà conmigo para ser feliz.
Y no me despertarè con la sensaciòn de una cama demasiado vacìa.
Me voy a despertar sabiendo que esta vez no me dì contra el cemento.
Que esta vez despertè a tiempo.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Carta 1

hoy hace un dìa hermoso. ni una nube en el cielo. 
como todos los dìas estos dìas, me despertè y pensè en vos. 
ya no se si queriendo o si no. 
viendo los capullos de mi planta de damasco, no sè porque pero te los quise compartir. 
te grabè un audio, que no te mandè y es que intento mantener a raya lo que siento. 
hablo con mis amigas, que no saben que decir. 
intento racionalizar el porquè pasò. 
y en este filosofar emociones, sigo sin entender, por què querès que sigamos conectados. 
por què razòn queres entenderme. 
por què razòn queres que me apoye en vos.  
se me hace difìcil. 
de a ratos me olvido de este peso, y me río con vos, y hablamos de cosas comunes. 
pero de a ratos recuerdo este puto sentimiento, y me vuelven las ganas de llorar. 
y pienso en que mi estado natural es la soledad, esa del alma, esa de la cabeza, esa de la piel. 
sigo intentando tu famoso tener fè. 
te sigo necesitando. 
sigo queriendo hablarte, sigo queriendo escribirte. 
pero hay cosas que ya no puedo decir.
me estoy asfixiando.

Ayudame a respirar.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Guille

Me acuerdo de que me enamorè como una reverenda boba, a mis ojos, era lo màs lindo que habìa visto, se llama Guille (no se muriò todavìa, me cacho en diez) Hoy es un contador serio y con la misma cara de aburrimiento eterno de esos dìas. El asunto es que yo flashee en 3D con èl. Y yo que vivo y respiro y me nutro de palabras, no tuve mejor idea que escribirle una carta declarandole el boludo amor que le tenìa. Creo que tenìa una sobredosis novelera. O tal vez sòlo era una adolescente solitaria, intentando salir de la marginalidad de su vida en el peor barrio del pueblo. No sè realmente lo que pasò. Sòlo sè que le dije de la manera màs dulce posible que estaba enamorada de èl. Le dejè el sobre en la carpeta, en el ùltimo recreo. Y esperè. Al otro dìa, emocionadìsima, llego al colegio, y oops. Era dos cosas. Una paria para el grupo de èl. Y el chiste del momento para la otra parte. Mis compañeras me levantaron en peso. Porque yo, pobre ignorante, habìa roto no sè que còdigo contravencional sentimental. Habìa protocolos, y yo les pasè por encima aparentemente. El asunto es que el Guille no me habló màs. Me ignorò los 5 años que estuvimos juntos en las mismas aulas. Me hablaba 4 o 5 veces por año, si por esas cosas de la vida, tenìamos que compartir grupo de estudio. Pero nada mas. Yo me encerrè en mi burbuja protectora. Sin entender porquè me castigaron asì. Nunca màs cometì ese error. Nunca màs le volvì a confiar mis sentimientos a alguien. No sin estar segura con firma notariada, de que esa persona sentìa lo mismo que yo. Nunca màs me arriesguè. Hasta hoy. Hoy le dije a una persona que me pasaban cosas. No le dije "estoy enamorada de vos como una idiota" pero creo que el concepto quedò claro. Y siento alivio. Lo superè al Guille. Superè su desprecio. Superè ese silencio culpable que llevè encima 22 años. Le dije a esta persona lo que sentìa. Le dije de la tristeza de que haya pasado justo ahora. Y es que mientras escribo esto, por fin puedo soltar la piedra que tengo en el pecho, desde que tomè conciencia de lo que significaba toda esa felicidad, y esa alegrìa. Y tambièn siento paz. Porque dì un pasito màs. Juntè otro pedazo màs. Ahora, a salir afuera del caparazòn. Sin ese miedo. Màs allà de cualquier respuesta. Entendiendo que estas cosas pasan, y a veces sin buscarlas. Haciéndome cargo de lo que a mi me pasa. Un poco triste. Un poco aliviada. Pero en paz. Despuès de tanto tiempo, en PAZ.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Las princesas de mi castillo




miraba a mis hijas jugar, creando con almohadas y peluches un castillo donde ser princesas. 
donde eran las màs hermosas, con vestidos brillantes y las uñas con glitter violeta.
y pensaba
y còmo decirles que la vida no es asì. 
que no existen los prìncipes
que el glitter se despega, y que un dìa el brillo deja de brillar. còmo enseñarles desde mis propias desilusiones para que ellas no las tengan?  
còmo evitarles mis palos?  
còmo dejarles el rosa del castillo en las paredes de sus vidas? enseñarles a mirar de frente a la vida. 
a ser mujeres valientes. 
a ser mujeres con la fè intacta. 
còmo evitarles mis miedos? 
còmo no traspasárselos? 
solo las amo, las amo con cada hilo de mi alma, 
las amo con las cavidades de mi corazòn. 
con cada neurona de mi cerebro. 
con las entrañas. 
con mis huesos. 

viernes, 13 de septiembre de 2013

Kamikaze

Hoy pensaba en la fè. 
Pensaba en los dìas que han pasado. 
Pensaba en lo dificìl de este momento. 
En las dudas acerca de todas las decisiones tomadas y por tomar. 
Y pienso en ese conocido tan desconocido que se encuentra conmigo en una red de madrugadas y fibra òptica. 
Hoy me dì cuenta de que èl, me abriò el corazòn. 
De que con su humor y sus cuestionamientos, està reparando lo desconfigurado de mis percepciones. 
A veces sin hablar, sòlo compartiendo mùsica. 
A veces desnudando el alma. 
Dejando que entre a esos lugares, que hace mucho nadie transitaba. 
A veces pensando lo mismo, con las mismas palabras. 
Y me da miedo. 
Y me da seguridad. 
Y me enoja. 
Y me hace reìr. 
Y me acompaña. 
Y me deja. 
Y està. 
Sin hacerlo en realidad. 
Y a veces me quiero alejar. 
Empujada por los fantasmas de antiguos rechazos. 
Y me quedo por la fè que crece en mì. 
Por la fè que le tengo. 
Por la fè que me tengo. 
Por esta conexiòn que trasciende lo que hasta ahora conocì. 
Y por eso estas palabras, son hoy, para èl. 
Porquè està en mi cabeza, y goteando a mi corazòn. 
Porque salgamos o no de esta burbuja virtual,
me hace feliz haberlo conocido,
me hace bien,
me sana.


Gracias Kamikaze! 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Noche


una parte de mì, està triste.
escondida entre las sàbanas frìas de mi cama.
èl querìa sexo.
y necesitando calor, yo aceptè.
y doliò.
doliò en la piel.
y doliò en el alma.
doliò dentro mìo. 
porque no era a èl, a quien yo deseaba.
yo necesitaba hacer el amor.
y el amor ya no estaba.
yo necesitaba el sexo de amantes.
y ya ni eso, somos.
en la eternidad de esos 5 minutos,
la oscuridad de la noche camuflò mis làgrimas.
no hubieron luces.
sòlo su placer.
sòlo su intento lastimoso, de que yo llegara a ninguna parte.
y me pregunto,  como pudo olvidar las caricias que yo amaba.
me pregunto,  como no recuerda que la noche se hacia fuego, con sus besos.
còmo no entender que sus 5 minutos de placer me hirieron un poco màs.
me lastimaron un poco màs. 
nos separaron aùn màs. 
y es que entiendo, en mi tristeza guardada debajo de mi almohada,
que èl no me quiere ver mujer lejana.
què el no quiere leer las huellas de mi ausencia en su piel.
èl no entiende que yo, a los remos que impulsaban a este amor, 
los quemè en una madrugada de frìo, 
cuando rechazò mi deseo por enèsima vez.
y en este desear otra piel, 
estoy sola,
acobardada,
y vacìa,
demasiado terrena,
para soñar
otros principios
entre las ruinas de este final.



lunes, 9 de septiembre de 2013

El amor se termina

La casa por fin està en silencio. Yo tambièn. Mi garganta rasposa, debe descansar. Me acompaña la mùsica, y mi taza infaltable de Earl Grey. Pienso. Èl me busca, yo lo esquivo. Estuve a punto de decirle que no me toque, que ya no lo amo màs. No sè cuanto tiempo voy a poder seguir mintiéndome y mintiéndole. Pienso en que èl no se merece esto. Pero ya no puedo seguir protegiéndolo de mì misma. No sè que palabras usar que no lo hieran. Y es que sin amarlo, yo le quiero. Releo mil veces las cartas que le escribì, de mujer enamorada, y me pregunto donde quedò esa que escribìa con letra limpia y clara,  oraciones llenas de ternura. Porque ya es imposible hallar fuegos artificiales en su piel. Porque estoy vacìa. Y no tengo nada para dar. Intento verlo, còmo alguna vez lo vì. Y es que no tengo esa mirada, ya en mí. Mi soledad buscò la suya. Y en esa desesperaciòn me aferrè a èl. Ciega absoluta quizà no comprendì, que yo elegì por los dos. Que en el tornado de tantos rechazos, me transformè en esa mujer que èl necesitaba, pero que no era yo. Y ahora en esta calma. En este verme nuevamente, juntando las partes fragmentadas de mi ser, descubro que no puedo mas sostener los andamios de este teatro llamado "nosotros". Pero què hacer cuando hay años en comùn? Cuando hemos pasado tanto? Cuando hemos compartido tantas cosas? Nuestros desencuentros han sido tan enormes, còmo en su momento, el amor que quisimos creer. Y pienso en las pequeñas cosas. Y ya no me importan, y otra vez me desbordan las làgrimas. Porque ya no quiero estar con èl. Y es tanto el miedo, pero tanto el cansancio. Que la madrugada se me va en pensar las opciones que tengo por delante. Y sè que va a doler. Y sè que voy a estar sola para muchas màs cosas. Pero tambièn quiero creer, que voy a tener un poco de paz. Que este final, significa otros principios, que como tantas veces en la vida, voy a poder con esta decisiòn, por mì, por mis cachorras. Porque tengo derecho a ser feliz. Aunque para lograrlo, deba aguantar un poco màs de dolor.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Ella



Mi compañera de viaje, mi amiga, mi hermana. 
Esa que escuchaba mis madrugadas en audios grabados, entre tazas de tè y puntadas de las màquinas. 
Ella que me dice lo bueno, lo malo. 
Ella, a la que amo y que me ama. 
Confidente de pequeños detalles y grandes honestidades. 
Con la que no hay caretas, ni juicios, ni criticas asesinas. 
Somos las dos a flor de piel. 
En lo triste y lo feliz. 
En lo amargo de las distancias. 
Nos sostenemos, cual lazarillos nos guiamos, cuando es la otra la que no puede ver. 
Ella mi diosa morena, mi sostèn en esos dolores que solo otra mujer puede comprender. 
Ella que es hermosa, y que igual de hermosa me vè.
La musa de estas palabras.
La mujer que me acompaña.
Que con su sensibilidad y gran corazòn, me sana.
Que entiende mis cicatrices, y no huye de mis marcas.
No serà mi sangre, no compartiremos carne.
Pero en esa genètica del destino que nos separò, 
la vida, en un rapto de amor,
nos volviò a unir. 
Y aquì estamos, a un oceàno de distancia.
Tan lejos de un abrazo,
que los kilometros se desdibujan, 
y se hacen nada
y es que nos queremos con el alma
y nunca estamos solas
porque
trascendiendo espacios y tiempos
este afecto que nos une y nos liga, 
viaja con nosotras, 
en una cavidad del corazòn,
haciéndonos amigas y hermanas.
compañeras de ruta,
que por fin se han encontrado.




Mi Amor, mi Vikinga Morena, mi pequeño homenaje a vos. Te quiero. Sabelo.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Ruinas

Caminando por entre las ruinas, viendo las marcas de guerras y asaltos en mi fortaleza, hoy dèbil y afiebrada. 
Cansada de cuerpo, pero con el alma calma. 
Razonando y comprendiendo, buscando los planos de la que debì ser. 
Buscando las piedras y la argamasa para ser la que quiero ser. 
La guerra terminò. 
No hacen falta ya, las defensas.
Voy buscando como desarmarlas.
Voy intentando abrir las puertas cerradas.
Y en esos intentos: pierdo y vuelvo a apostar. 
Caigo y me vuelvo a levantar. 
Lloro, pero no dejo de reír. 
Pienso sin dejar de sentir. 
Me miento, pero voy buscando la verdad. 
No puedo esconder lo que soy. 
No quiero hacerlo. 
No quiero ocultar lo desèrtico de mi ser, fingiendo bosques que no fueron hachados. 
Sè que puedo ser. 
Sè lo que puedo hacer. 
Me desvisto de mis miedos, prenda tras prenda. 
Adquiriendo valor. 
Caminando caminos nuevos. 
Vislumbrando otros horizontes. 
Adquiriendo otras seguridades. 
Teniendo otras esperanzas. 
Soñando sueños nuevos. 
La felicidad esquiva mi puerta. 
Pero no desisto en mi necesidad de encontrarla. 
A veces, creo que lo logro, y es sòlo otro espejismo que al asirlo, se desvanece. 
Mi lucha es mantener la fè. 
Creer en eso que no veo, esperar eso que no llega. 
Pero no me detengo. 
Me envuelvo en mis palabras, me abrigo en el amor que tengo para dar y sigo avanzando.
Sigo construyendo, piedra a piedra mis murallas derribadas.
En soledad.
En silencio.
Derribando las trampas.
Probando llaves en cerraduras mohosas y oxidadas.
Obstinada.
Peligrosa.
Apasionada.


martes, 3 de septiembre de 2013

y se fue

se fue tu recuerdo. 
se fue el color de tus ojos de mi memoria. 
se fue todo lo que era tuyo de dentro mio. 
me quedè vacìa. 
no sintiendo. 
no nada.
para ser sincera, amaba lo que yo podìa ser con vos. 
amaba las posibilidades a tu lado. 
amaba lo inteligente que me sentìa a tu lado. 
para ser sincera, no te amaba tanto a vos.
como esa complitud que sentìa cuando estaba unida a vos.
hoy a 9 meses de esa ùltima vez, recuerdo lo que no fuiste.
recuerdo que las estrellas de ese cielo que creábamos, ya se estaban apagando. 
no recuerdo tus manos.
y los dìas fueron pasando.
y se fueron con ellos, algunos llantos.
cuando quise estar con alguien, te recordè demasiado.
y me aleje. 
te torturè durante 12 oraciones.
hasta que en mi cabeza la verdad brillò.
la estùpida fui yo.
la que jugò con fuego bañada en gasoil.
y cuando las llamas ardieron, 
este amor que te tuve comenzò a arder.
y a morir.
encerrado.
sin aire.
dentro de mi caja toràcica.
y junto con èl,  se hizo cenizas mi corazòn.
y con ese amor que te tuve muriò la capacidad de creer.
y ya no hubo nada.
sòlo el recuerdo dentro de mi pecho de los latidos
que alguna vez golpetearon contra tu piel.

lunes, 2 de septiembre de 2013

ser su mamà


las veo reírse de algo...
cuchicheando entre ellas...
abrazándose y dándose un beso. 
se llevan tres años, hermanas, amigas, compañeras, confidentes. 
las cadenas invisibles del amor que me sujeta a este mundo. 
mis pequeñas casi yo, con manías propias y muchas aprendidas de mì, como la de no salir sin bàlsamo humectante en los labios. 
o el gusto por el tè, o la manìa de combinar los colores que desde bebès aprendieron de mì. 
locas por los brillos.
de risa fàcil y sencilla. 
mi punto de inflexiòn.
el recuerdo tàcito de la vida diciéndome que en ellas todo es nuevo.
que en mì, se terminò el ciclo de violencia.
que ellas van a jugar en paz.
que van a crecer en paz.
que van a ser mujeres de paz.
que toda la guerra se termino en su mamà.

120

eran 120, calculè que con esa cantidad no habìa posibilidad de nada. 
en lo frìo de la decisiciòn tomada, entendì que iba a tardar mucho en tragarlas todas. 
agarrè la minipimmer y las triturè. 
las puse en un vaso con agua. 
y sentada a la mesa, sellè los sobres con las razones de mi desesperaciòn y mi cobardìa. 
sentìa frìo. y cansancio. 
las crìas dormìan arriba, lamentaba tener que hacer esto con ellas en la casa, pero no tenìa con quien dejarlas. 
calculè los tiempos, para que fuera èl quien me encontrara. 
en esa logìstica suicida, afinè cada detalle. 
lo habìa pensado mil veces, y la pelea del dìa anterior lo habìa decidido todo. 
miraba el display del celular. 
miraba los nùmeros agendados y a nadie podia llamar para decir nada. 
le dije a dios que esperaba que pudiera entender.
que estaba adolorida de una manera en que ya me era imposible soportar. 
ni mirar a mis hijas me esperanzaba, por el contrario, las habìa empezado a culpar de la miseria de vida que tenìa. 
inocentes mis àngeles, de las culpas de mis demonios interiores. 
pensè en ellos, pensè en el primer hombre que abusò de mì. 
recuerdo que yo lo querìa, recuerdo a esos otros que me habìan herido sin haberme podido defender. 
sin padre o madre que hicieran o al menos quisieran justicia. 
en ese momento hacia racconto de tantos rechazos. 
de los golpes recibidos en el cuerpo, en el alma, y en la mente. 
me desbordaba la furia. me desbordaba la impotencia. 
me asesinaba la injusticia. 
me habìa herido de muerte entender que no valìa lo suficiente para ser protegida. 
cuidada. 
estaba cansada. 
agobiada ante los rechazos continuados del hombre que hasta ese dìa habìa amado. 
tanto habìa luchado por tener una familia. 
tanto habìamos pasado. 
y sin alejarse me habìa dejado. 
y mis brazos ya no estaban en alto. 
y mis puños no estaban cerrados. 
el fracaso habìa erosionado el poco valor que me sostenìa. 
y ya no querìa seguir. 
no querìa esta vida.
 ni ninguna otra. 
no querìa tener màs fè de la que ya habìa tenido.
 no querìa seguir apostando màs de lo que ya lo habìa hecho. 
no querìa. 
sòlo eso, no querìa. 
siempre dando, y dando, y dando. 
cansada de no recibir. 
de ser la ùltima opciòn. 
sabiéndome no amada. 
sabiéndome sola por tanto tiempo, que ya no habìan recuerdos de cuando no habìa sido asì.
tenìa el vaso en la mano cuando ella bajò la escalera llorando. 
le preguntè que le pasaba y me dice que no me muera, porque si me morìa la dejaba sola, y que iba a hacer ella sola sin su mamà para cuidarla. 
me levantè de la silla, la tomè en mis brazos, y el calor de su cuerpo tibio combatiò el frìo que yo sentìa. 
y su llanto y sus palabras penetraron en lo desértico de mi corazòn....
y volvì a llorar, con ella, ya no  ella entre mis brazos, sino yo entre los suyos, y eran mis làgrimas empapando su pijama, y era mi cachorra la que consolaba a la leona. 
era ella la que me decìa que me querìa. 
era ella la que prometìa ayudarme a juntar las medias y los juguetes. 
ayudarme a cuidar a la otra cachorrita...
ella,  mi cachorra guacha, con su pequeña estatura y su gran corazòn, me cuido, y me salvò. 
me rescato de mis ganas de morirme, y me hizo olvidar las 120 pastillas de mi viaje a la cobardìa. 
las tirè a la pileta de la mesada. 
la cachorra me diò la mano, y nos fuimos a la cama. 
me dormì abrazada a ella, dejando que su calor, llegara a los rincones helados de mi alma. 
me aferrè a ella. 
la cadena con la que dios me atò a este mundo


domingo, 1 de septiembre de 2013

quilombo

me calzo los auriculares, me aíslo del ruido que hay alrededor. 
de las demandas, de las obligatoriedades de ser madre y casi esposa. 
dormí la siesta. 
me escondí entre sueños de lo que siento 
cuando lo abrazo. 
porque sin amarlo aùn lo abrazo. 
y lo hago porque aunque venga de mil heridas, sigo necesitando espantar el frìo de la soledad que vive conmigo. 
y porque agarrada a su espalda, lo sueño a èl. 
a ese puto amor que debiera ser para toda la vida. 
y es que la terca esperanza no me abandona, me duele, me mata, me tiene agònica al borde de la cornisa. 
pero no me deja. 
y es un quilombo de trapos en el placard de mi alma. 
y luego està èl, que llena la heladera, las alacenas, de cosas la casa. 
pero que olvidò el camino a ese lugar donde se encontraba conmigo. 
como una gretel infantil, dejè pistas tras pista, para que por esos olvidos, aún fuese capaz de llegar a mì. 
pero en este paìs de tuertos, el ciego es èl. 
y me hartè de engañarlo. 
me hartè de mentirle. 
me hartè de fingirle placeres. 
me hartè de las caricias ,que ausente, deja en mi piel. 
me hartè del quilombo de mantener la careta hipócrita de la mujer enamorada. 
estallo.
 y soy esquirlas desperdigadas de la mujer que querìa ser.
y tenaz junto mis pedazos.
y me resigno a no sentir.
a cambiar las rosas que soñè, por las ortigas que florecen en mi en el ardor de mi mirada.
y camino para no hundirme otra vez en ese abismo del que costò tanto salir. 
y me oculto entre los bites y bytes
de charlas de madrugada que a veces son tanto, y al amanecer tienen el sabor de lo tan poco.
incapaz de soñar.
incapaz de apostar aunque todos los caballos fuesen el ganador. 
ordenando la ropa lavada.
sin poder ordenar el caòtico universo de mi alma.
queriendo amar.
sabiendo que no hay a quièn.
queriendo revolear la careta.
queriendo irme de esta vida.