miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Guille

Me acuerdo de que me enamorè como una reverenda boba, a mis ojos, era lo màs lindo que habìa visto, se llama Guille (no se muriò todavìa, me cacho en diez) Hoy es un contador serio y con la misma cara de aburrimiento eterno de esos dìas. El asunto es que yo flashee en 3D con èl. Y yo que vivo y respiro y me nutro de palabras, no tuve mejor idea que escribirle una carta declarandole el boludo amor que le tenìa. Creo que tenìa una sobredosis novelera. O tal vez sòlo era una adolescente solitaria, intentando salir de la marginalidad de su vida en el peor barrio del pueblo. No sè realmente lo que pasò. Sòlo sè que le dije de la manera màs dulce posible que estaba enamorada de èl. Le dejè el sobre en la carpeta, en el ùltimo recreo. Y esperè. Al otro dìa, emocionadìsima, llego al colegio, y oops. Era dos cosas. Una paria para el grupo de èl. Y el chiste del momento para la otra parte. Mis compañeras me levantaron en peso. Porque yo, pobre ignorante, habìa roto no sè que còdigo contravencional sentimental. Habìa protocolos, y yo les pasè por encima aparentemente. El asunto es que el Guille no me habló màs. Me ignorò los 5 años que estuvimos juntos en las mismas aulas. Me hablaba 4 o 5 veces por año, si por esas cosas de la vida, tenìamos que compartir grupo de estudio. Pero nada mas. Yo me encerrè en mi burbuja protectora. Sin entender porquè me castigaron asì. Nunca màs cometì ese error. Nunca màs le volvì a confiar mis sentimientos a alguien. No sin estar segura con firma notariada, de que esa persona sentìa lo mismo que yo. Nunca màs me arriesguè. Hasta hoy. Hoy le dije a una persona que me pasaban cosas. No le dije "estoy enamorada de vos como una idiota" pero creo que el concepto quedò claro. Y siento alivio. Lo superè al Guille. Superè su desprecio. Superè ese silencio culpable que llevè encima 22 años. Le dije a esta persona lo que sentìa. Le dije de la tristeza de que haya pasado justo ahora. Y es que mientras escribo esto, por fin puedo soltar la piedra que tengo en el pecho, desde que tomè conciencia de lo que significaba toda esa felicidad, y esa alegrìa. Y tambièn siento paz. Porque dì un pasito màs. Juntè otro pedazo màs. Ahora, a salir afuera del caparazòn. Sin ese miedo. Màs allà de cualquier respuesta. Entendiendo que estas cosas pasan, y a veces sin buscarlas. Haciéndome cargo de lo que a mi me pasa. Un poco triste. Un poco aliviada. Pero en paz. Despuès de tanto tiempo, en PAZ.

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