jueves, 12 de septiembre de 2013

Noche


una parte de mì, està triste.
escondida entre las sàbanas frìas de mi cama.
èl querìa sexo.
y necesitando calor, yo aceptè.
y doliò.
doliò en la piel.
y doliò en el alma.
doliò dentro mìo. 
porque no era a èl, a quien yo deseaba.
yo necesitaba hacer el amor.
y el amor ya no estaba.
yo necesitaba el sexo de amantes.
y ya ni eso, somos.
en la eternidad de esos 5 minutos,
la oscuridad de la noche camuflò mis làgrimas.
no hubieron luces.
sòlo su placer.
sòlo su intento lastimoso, de que yo llegara a ninguna parte.
y me pregunto,  como pudo olvidar las caricias que yo amaba.
me pregunto,  como no recuerda que la noche se hacia fuego, con sus besos.
còmo no entender que sus 5 minutos de placer me hirieron un poco màs.
me lastimaron un poco màs. 
nos separaron aùn màs. 
y es que entiendo, en mi tristeza guardada debajo de mi almohada,
que èl no me quiere ver mujer lejana.
què el no quiere leer las huellas de mi ausencia en su piel.
èl no entiende que yo, a los remos que impulsaban a este amor, 
los quemè en una madrugada de frìo, 
cuando rechazò mi deseo por enèsima vez.
y en este desear otra piel, 
estoy sola,
acobardada,
y vacìa,
demasiado terrena,
para soñar
otros principios
entre las ruinas de este final.



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