Me despertè como todos los dìas, y en el reconocer los ruidos comunes de mi dìa, como todos los dìas, mi cabeza comenzò a pensar, y mi corazòn a sentir.
Y hoy se apagò un poquito màs el fuego que se encendiò.
Y hoy lo sentì un poquito menos.
Y en la rutina del movimiento, se transforma en algo màs que resolver.
Y en la reflexiòn de las charlas, me despierto a una nueva realidad.
Y lo dejo de idealizar.
Y empiezo a verlo como es.
Y me doy cuenta de que nunca fue èl.
Siempre fui yo, buscando salir de entre mis 4 paredes.
De las paredes de mi casa.
De las paredes de mi cabeza.
De las paredes de mi corazòn.
Nunca fui suficiente.
Esta vez no es distinto.
Sòlo que ya no duele.
Sòlo que ya no importa.
Mi destino està màs allà de un hombre.
De cualquier hombre.
No sè si exista ese que disfrute del placer de amarme.
Y hoy importa un poco menos que ayer.
Y mañana otro poco menos.
Y los dìas van a pasar.
Y ya no habrà necesidad de encontrarlo.
Y alcanzarà conmigo para ser feliz.
Y no me despertarè con la sensaciòn de una cama demasiado vacìa.
Me voy a despertar sabiendo que esta vez no me dì contra el cemento.
Que esta vez despertè a tiempo.
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