Llegada

Hoy llegó mi amor, fueron 11 días sin él. Extrañandolo como loca.

Lo extrañaron mis manos, que morian por acariciarlo, lo extrañaban mis orejas, acostumbradas a sus palabras y a sus besos. Sí. A sus besos. Lo extrañó mi cama, vacía y fría sin él, Lo extraño el desorden de la casa, acostumbrada ella, a sus gentilezas y amabilidades. Lo extrañaron mis pies, fríos, sin sus pantorrillas para darles calor.

Lo extrañó mi panza de cebra mamá, que se sentía rara sin sus brazos abrazandola. Lo extraño el lavarropas, lleno, porque odio lavar, y él ama hacerme feliz, con algo tan común como el olor a ropa limpia.

Lo extrañé a la hora de cenar, cada día, donde quedaba el plato solitario, a medio comer. Es aburrido sin él. Lo extrañe dieteticamente. Sin hambre.

Lo extrañe llorosa, porque necesitaba su apoyo. Me hice la fuerte cuando se fue. Pero era para que pudiera irse tranquilo. Nada más. En 11 días me dí cuenta de que no sirvo para vivir sin él. En 11 días junte toneladas de cosas para contarle, toneladas de caricias insondables, profundas.

Extrañe el hacernos el amor, el estallido de colores despúes de cada vez....

Pusé todas las frazadas en la cama. Y seguí sintiendo frío. me pusé todos los pijamas, y nada. Pero cuando está conmigo solo me hace falta su piel para abrigarme. MI hombre, que está aprendiendo a regalarme anillos, y salamines. (!!!!!!!). Como no lo voy a amar???

Me trajo su perfume, me trajo sus manos recorriendome. Me trajo el candor de su mirada, Y toda la ropa de la valija limpia.

Como he dicho otras veces, no es un hombre deslumbrante, es simple, es dulce, y es mi refugio.

Es mi Amor. Es el ser que busqué entre tantos rostros. En las esquinas de mi vida golpeada y herida.

Allí estaba. Soy suya. Y no tengo miedo. Solo certezas. Seguridad. De que en tanto y en cuanto me rodeen sus brazos, no voy a naufragar, aunque sea fuerte el huracán.

Bye