Siempre me pregunto, cuando esa noche me atacaste...
Por qué me elegiste a mí?
Por qué debía hacerte creer que me gustaba tu manera de violentarme?
Eras Consciente de que arruinaste mi vida???
De que me obligaste a ser una fugitiva de mi misma???
Quiero contarte el después de esa madrugada, el miedo al SIDA, y a todo lo que tu sangre llevara.
Miedo a tener un hijo tuyo, al que no sabía si podría amar, aunque fuese inocente de tu violencia.
Miedo a la oscuridad, a la vida.
Deseé morir.
No podía soportar tu recuerdo en mi cabeza, hasta hoy llevo grabado en mi memoria, tu olor.
La forma de tu cuerpo, la fuerza de tus manos sobre mí.
Ya no hay moretones, no hay marcas de dedos.
Los desgarros se curaron.
No me duele más cada hueso de mi cuerpo.
No hay marcas.
Más que las que quedan en mi alma.
El detergente y el agua caliente nunca pudieron borrar esa noche de mi cuerpo.
Hoy no soporto que nadie me bese en las mejillas...aún me da asco, me recuerda el tacto de tu pesadilla.
Estuve muchos días triste.
Con sinceras ganas de morirme, con la esperanza de que Dios me diera un motivo para vivir.
Lloré en brazos de mi madre muchas veces. Escondí mi llanto de los ojos de mi padre, otras tantas.
Me fui quedando sola.
Fui juzgada por ser una mujer violada.
Por justo haberme puesto una pollera, por haber pasado justo por esa cuadra.
No importó que llevara años siendo una mina sin novio, que no salía sola, y que era virgen.
Pasé por ese lugar, me elegiste, me violaste, y la condenada fui yo... vos saliste impune, dejaste el peso de tu culpa sobre mí.
Tuve anorexia nerviosa, me llevó seis meses soportar algo en el estomago.
Los ataques de pánico no tenían horarios ni momentos.
Solo llegaban, y mi cuerpo se desbordaba, el corazón me latía sin parar, y en mi cabeza vos te reías de mí.
No sé como sobreviví.
No sé como las ganas de vivir nockearon a las ansias terribles de morirme.
Me descubrí respirando...
Día a día.
Me descubrí yéndome a otra ciudad, con sólo un bolso y 20 pesos en el bolsillo trasero del pantalón, cortando los lazos con ese mundo roto que me dejaste.
Por mucho tiempo tuve miedo.
No sabía si podría sentir... estaba llena de resentimiento, de enojo, necesitada de respuestas a la avalancha de consecuencias después de tu ultraje.
Me descubrí un día, yendo a la cama con un hombre que me gustaba pero al que no quería, y si bien fue efímero su paso por mi vida, me quedé más tranquila, podía responder como mujer.
Bah... era mi cuerpo el que respondía, yo seguí estando al pie de la cama, viéndome, pensando en vos, en como disociaste mi cuerpo y mi alma.
Pasó mucho tiempo.... Años.
Para empezar a unir todos mis pedazos...
Dios me dio a mi hija, una luz en medio de mis oscuridades...
Una niñita en la que rehacer mi mundo destruido...
Después llegó él...
Con sus gentilezas, con su pasión respetuosa de mis ayeres quebrados...
Cada día, con la fuerza de su ternura, levantó mis murallas...
Compuso nuevas canciones, y me dio nuevas palabras, para reemplazar las que quedaron mudas aquella madrugada en ese baldío.
Y fundió su cuerpo conmigo y su alma con la mía.
Y ya no fui un montón de partes separadas, fui una con él.
Ya no una mujer violada....
Ahora sí...
Una mujer amada !!!
Completa.
Restaurada.
Sin Miedos.
Y con la lucidez necesaria para quitarte de una vez y para siempre las riendas de mi vida.
Para no dejar que tu recuerdo domine más mi existencia.
Te condeno a mis olvidos... y tenga Dios piedad de vos....
Lei todo tu blog y muchas cosas que decis son las mismas que inevitablemente todas las mujeres sentimos (o hicimos) y a veces no nos animamos a decirlo...
ResponderEliminarTodo pasa en la vida y si Dios te pone a prueba seguramente luego viene la recompensa, porque todo pasa por algo... Hoy tenes a tu hija y a tu amor... esa recompensa es maravillosa, disfrutala y sé feliz sin pensar en el pasado. El pasado es solo eso y debe quedar en el olvido, rescatá tus errores pero solamente con el fin de reconocerlos para no volver a repetirlos... todo pasa y hoy es momento de disfrutar y ser feliz.
Saludos!
ay clau... qué cosas estas tuyas.
ResponderEliminarme mata, son TAN intensas!!
(y genial tu comment en Mefistofélico!! pobre él, que te amó como más que amante..)
Blondisima...es verdad. Todo lo que decís. Si hoy puedo rozar eso que llaman felicidad es porque primero pude liberarme de lo que hice y me hicieron. No se pueden olvidar algunas cosas, pero se aprende a vivir sin darles el poder de que te trastornen la vida. Fue ir madurando... A los palos a veces... pero como dice un señor muy conocido: "lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado".
ResponderEliminarGracias por pasar.
Mi querido a., antes de que Sedal lo hiciera un slogan, yo ya vivía intensamente y con la vida despeinandome la melena!!! Gracias por pasar !!!