Siempre escribo sobre los tipos que me hicieron percha... hoy les toca a ellos, a mis buenos muchachos...no son muchos...pero fueron un oasis en medio del desierto. Fueron generosos, fueron dulces. Me escucharon, y por algún tiempo me rescataron...fueron buenos tipos.
Estaba el gigante de ojos azules...que nunca insinuó nada raro...era amigo...era compañia, entendía que estaba sola y con mi beba dentro de mí...y me cuidaba un par de ratos a la semana, compartimos libros, música, mates, alfajores, jugos, tiempo y charlas...
Estaba el visitador médico...el me mimaba, y cuando me veía triste, me abrazaba y me decía que todo iba a salir bien...que yo era una gran mujer y que era normal sentirme así, pero que me quedara tranquila que todo iba a salir bien, y yo me serenaba y le creía... y me relajaba entre sus brazos...por un rato creía...
Estaba el muchachito...un amigo dulce y cariñoso, que me ponía al día con la tecnología...que iba de madrugada a comprarme melones o sandías... el que me acompañaba las 20 cuadras que debía caminar todos los días por esas cuestiones de la retención de líquidos... El que se quedó afuera de la maternidad acompañando a mi mamá cuando llegó la hora de nacer de mi hija...
Esta EL, mi amigo, Lucas...que estuvo y está, que ha compartido conmigo lo bueno y lo malo, distancias y cercanías...Que me conoce las miradas y hasta el tono de determinadas risas...mi compinche de aventuras...mi confidente ante quien no oculto ni lo bueno ni lo malo que soy y que hago...Uno de mis amores...el que perdura...
Mis buenos Muchachos...Los que me dan la fé para creer que no todos son lo peor...que sembraron en mi el optimismo...que con actitud de buena gente, me ayudaron a badear tristezas y penas...Ellos están en mi memoria...Pero más importante... están en mi Corazón.... Agradecida con ustedes! Siempre!!
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