13/08/2011
Lamentablemente los problemas económicos son como un témpano flotando entre los miembros de una pareja. Este mes gasté 235 pesos en mí, y me siento mal, porque este me dice que no nos alcanza para pagar las cuentas. Me siento privada de todas las cosas que son importantes para mí. Desde la ropa, hasta los libros, las salidas. Odio depender, estar atada de pies y de manos. Viviendo en la loma del carajo con dos pibas chicas que no tengo con quien dejar. No tengo capacidades especiales excepto para limpiar casas. No puedo dar como referencia mi último puto trabajo porque me echaron y todo mal. Lo único que tengo son mis manos, no tengo un puto titulo que sirva para algo, aunque sea para decir que unos imbéciles inteligentes certifican que yo sé algo más que cocinar, limpiar o cojer una vez a la semana.
Mi vida no tiene adrenalina. No tiene el desafío de hacer algo que alguien valore. Soy como una caldera a punto de explotar. No tengo válvula de escape. Tengo gente que depende de mi. Pero a nadie a quien recurrir. Aguanto. Y aguanto. Y sigo aguantando.
Esperando que este se gane el quini6. Solo que yo no creo en las soluciones mágicas.
Las soluciones que yo conozco llevan sangre, sudor y lágrimas en la receta. Llevan horas de trabajo y esfuerzo. Amanecidas y horas robadas al sueño. Yo conozco esa receta. Donde nadie te regala nada. Solo que llevo tantos años esforzándome y nunca veo el premio al esfuerzo, al hacer las cosas bien.... Y pienso en los 235 pesos esos y pienso que debería haber seguido lavando mi eterna calza negra que ya se ve gris de tanto jabón en polvo. Seguiré soñando con ropa nueva, comprando con la mirada. Total sin vida social y encerrada en esta cueva desordenada que necesita urgente una aspiradora, no es necesario estar a la moda. Y este va a tener una excusa menos para romperme las pelotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario