en nuestras noches ya no hay fuegos artificiales.
ya perdimos la ruta de las caricias y no hay GPS para encontrarlas.
pasan los días unos tras otros. con las costumbres aprendidas en los años.
ya no me enojo por sus rechazos. él se calla cuando lo dejo que se vaya a dormir solo.
ya no lloro de tristeza. ya no grito de frustración.
ya no busco soluciones en libros o en terapias. porque lo que debería ir a terapia es el amor y no hay servicio de emergencia que quiera llevarlo.
ya no nos besamos a cada rato. nos hemos convertidos en robots programados.
trabajamos. pagamos cuentas.
compramos. criamos hijos.
no hay espacio para cenas a solas.no hay tiempo para caminatas bajo la luna de los principios.
y he luchado. contra todo esto.
he buscado la salida a este laberinto de desencuentros sin encontrarla todavía.he ido bajando los brazos.
me he ido rindiendo.me miro al espejo y pienso que quizá ya no le gusto.
que mi cuerpo destruido es lo que lo aleja.y aunque me dice que no, ya no quiero saberlo.
no tengo energía para analizar la estructura semántica de sus palabras.solo puedo teclear en esta pantalla mi soledad
dispersarla en infinitos bits y bitesy esperar otro principio u otro final.
Querida amiga,el que hayan perdido el interés, es porque ambos ya no tienen el interés en el sexo opuesto, los intereses que nos mantienen jóvenes los debemos salvaguardar de la vejez corporal; el que tu marido te vea inquieta por otros hombres seguramente encenderá en él el interés en lo que ya cree asegurado y de su propiedad, si no se reanima será que su corazón también ha envejecido, pero el tuyo por lo que he leído no lo está. Así que entiende que no son siameses y que las parejas querrámoslo o no, sólo nos acompañan una parte del camino Un abrazo
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