tenía que ser para él. por este año largo que pasó, en que fue tan padre como madre yo. donde cargó sobre sus hombros a este familia pequeña que tenemos, pero no por eso menos valiosa. donde en lugar de 8 fueron 12 o 14 las horas que debío trabajar, porque yo quedé inmovilizada en una cama, cuidando a la niña en mi vientre, dandole el tiempo que necesitaba para nacer. fue un año largo...
donde creí que perdería el juicio, y no digo sano, porque sabe Dios, que está abollado y chueco. Por estas cosas de la vida tuve que volver a depender... yo que dije que nunca lo volvería hacer. y todavía me cuesta. todavía siento la obligación de decirle en qué voy a gastar los pesos que tenemos, y él todavía me mira con cara de que no le importa lo que yo haga con la plata, porque aunque el es quien la gana, es por la familia y para la familia. un año donde tuve que tirarme al vacío y confiar en qué el estaría ahí para sostenerme y no dejar que me estrelle. pasaron los días en los que con solo mirarme serio me hacia llorar, los días en que llegaba con un chocolate que sabía que se me iba a antojar, o los kilos y kilos de mandarinas, porque desde el día que lloré porque no salió a comprarme él mismo las frutillas que yo quería, no me mandó más a la verdulería. pasaba él, aunque tuviera la espalda adolorida y las piernas cansadas. Es para él, que me besaba la panza y me decía que estaba hermosa aunque ya nada me entrara. para él, que me ataba los cordones de las zapatillas, que me subía el cierre de las botas, y me ayudaba a levantarme de la cama. A él, que temía lastimarme si haciamos el amor, y que se aguantaba mis avances, solo para ser derrotado lenta y cuidadosamente. A él que me acompañó a las 500 ecografías que me hicieron, que me tranquilizaba cuando yo me moría de la preocupación, que sostenía mi cabeza al borde del inodoro cuando las nauseas no me daban tregua, que me llevaba del brazo para que los mareos no me hicieran mella. A él que alcanzó a llegar pasando un montón de semaforos en rojo, el día que el dr. dijo no va más, y hay que operar. que estuvo ahí para recibir a nuestra niña, mientras yo luchaba por respirar. A él, que me ayudó en todo lo que pudo, y que si hubiese sido posible, hubiese soportado por mí, todo lo que soporté.
A él. que está. que estará si Dios así lo quiere. a él. a Mi Amor. a MI HOMBRE...
donde creí que perdería el juicio, y no digo sano, porque sabe Dios, que está abollado y chueco. Por estas cosas de la vida tuve que volver a depender... yo que dije que nunca lo volvería hacer. y todavía me cuesta. todavía siento la obligación de decirle en qué voy a gastar los pesos que tenemos, y él todavía me mira con cara de que no le importa lo que yo haga con la plata, porque aunque el es quien la gana, es por la familia y para la familia. un año donde tuve que tirarme al vacío y confiar en qué el estaría ahí para sostenerme y no dejar que me estrelle. pasaron los días en los que con solo mirarme serio me hacia llorar, los días en que llegaba con un chocolate que sabía que se me iba a antojar, o los kilos y kilos de mandarinas, porque desde el día que lloré porque no salió a comprarme él mismo las frutillas que yo quería, no me mandó más a la verdulería. pasaba él, aunque tuviera la espalda adolorida y las piernas cansadas. Es para él, que me besaba la panza y me decía que estaba hermosa aunque ya nada me entrara. para él, que me ataba los cordones de las zapatillas, que me subía el cierre de las botas, y me ayudaba a levantarme de la cama. A él, que temía lastimarme si haciamos el amor, y que se aguantaba mis avances, solo para ser derrotado lenta y cuidadosamente. A él que me acompañó a las 500 ecografías que me hicieron, que me tranquilizaba cuando yo me moría de la preocupación, que sostenía mi cabeza al borde del inodoro cuando las nauseas no me daban tregua, que me llevaba del brazo para que los mareos no me hicieran mella. A él que alcanzó a llegar pasando un montón de semaforos en rojo, el día que el dr. dijo no va más, y hay que operar. que estuvo ahí para recibir a nuestra niña, mientras yo luchaba por respirar. A él, que me ayudó en todo lo que pudo, y que si hubiese sido posible, hubiese soportado por mí, todo lo que soporté.
A él. que está. que estará si Dios así lo quiere. a él. a Mi Amor. a MI HOMBRE...
Hola,
ResponderEliminarLo 1ero es agradecer tu post, muy bello y a conciencia, no como el típico saludo ""por aquí pasé". Qué sorpresa me llevé al entrar a tu blog, encontré frases y palabras que no me provocaban, como hace mucho tiempo.
Se agradece la sinceridad y la intensidad, la radiografía de vida.
Para esta publicación, te dedico una canción que la muy bien. De Los Pericos, "Cerca de mi". Para que se la cantes a tu hombre.
Un beso y no dejes de escribir, ni de visitarme, porque vendré seguido.
Guillermo, le agradezco la visita. Con mucho gusto seguir� yendo por sus lares...!!!!!!!
ResponderEliminarafortunado él, que estás ahí queriéndole
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