madrugada

organizar este caos me resulta un poco dificil, es como tener 100 ovillos enredados y no encontrar la punta de ninguno. pienso en esa nena que fui... pienso en las soledades de esos días...soledades que me han perseguido hasta esta misma noche. pienso en el amor. en como sin saber lo que era ya sabía que lo necesitaba... pienso y siento aquella desprotección. esa sensación de que era yo contra un mundo inmenso y nefasto. esta el recuerdo de aquel día en que la muerte se cobró esa vida y el ser demasiado chica para soplar aliento en esos labios azules. recuerdos. pilas y pilas de recuerdos... que no se como se olvidan...que me arrastran a esos momentos a los que no quiero volver. en esta existencia mia corte lazos con todo aquello que me era conocido...arranqué páginas tras páginas de los días de mi vida...solo para olvidar . olvidar. olvidar. olvidar. olvidar. olvidar. olvidar. olvidar. solo para darme cuenta de que ese olvido no existe realmente...que puedo negar que esos momentos no estan...pero en algún momento salen a flote como mi versión emocional de chernobyl. y todo es mas caos. caos. caos. caos. y quien sabe como hago para ordenarlo... si hubiese un primer día en esta vida en que alguien dijera " y se hizo la luz"

Inocencia interrumpida

se me ha perdido la inocencia en los recovecos de una vida tormentosa. entre manos que tocaban este cuerpo que no debian, a edades que no eran decentes. siento en la boca sabores de injusticia, de esa injusticia que los jueces no castigan, que es impune y orilla la impotencia. me nacen en la pena las iniquidades de tantos días, esa necesidad de que los parta un rayo, que ni en las mas terribles tormentas ha caído. es como una sequía. como el agujero de ozono que crece y crece, inundandome de rayos ultravioletas que llenan mi celulas epiteliales de úlceras cancerosas, que ya no se disimulan con maquillaje. me brota el cinismo en las oraciones. las palabras violentas hacen caries en mi boca. y el odontologo no me las puede curar. todo por unas manos que movidas por ese instinto malsano y retorcido de la lujuria infanticida, tocaron mis pieles quemandomelas vivas.