lunes, 28 de enero de 2013

Reflexiones

Hoy el atardecer se pintaba de unos colores increíbles mezclados con el gris oscuro de las nubes de tormenta.  Me quedé un rato mirando ese estallido de colores. Me llenaba el alma. Fue ese instante perfecto del día donde fui una con él, se diluyeron los dolores, no hubieron más preocupaciones. EL amor ya no fue ese peso muerto colgando de mis hombros. En ese momento me sentí esperanzada, dichosa. Sentí la calma entre la turbulencia de mis días. Sentí PAZ.

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