CONFESIONES
Hace casi un mes que ni asomo por el blog, como siempre, estoy hasta las manos de trabajo, de cosas urgentes, pero no tan importantes.
Anoché me quedé hasta tarde despierta, no podía dormir pensaba en un sueño recurrente que he tenido en este tiempo. En mi sueño estaba siempre la misma persona, un hombre de brazos fuertes que conocí hace mucho. Y del que me enamoré para no morirme de tristeza, pero como buen hombre que es, me dejó colgada del andamio de sus olvidos. Yo me ilusioné muchísimo con él, fué porque estaba sola, con Eleonora en mi vientre, batallando con la soledad que sentía, y me lo encontré a él, que me escuchaba, que me daba bola, que me hacía reír. El hombre perfecto, con los ojos verdes más increíbles que he visto. Me aferré a él, para no hundirme en el dolor que me laceraba. Lo amé, me entregué a él, con la esperanza de que se quedara por siempre dentro de mí. Obviamente no funcionó. Se lo robé a ella por unas 3 horas, lo que duró el turno del motel. Me aguanté para no llorar, porque mientras estaba dentro de mí, entendí que lo que él podía darme, sus brazos fuertes, y su espalda ancha, no me llenaba. Fingí múltiples orgasmos, para no tener que explicarle que no me conformaba con la vaciedad que me daba. Para esconderme de mi misma, para acallar a mi alma, que incrédula me vio hacer el amor, desde una esquina de esa habitación. fui tonta, es innegable, despúes de eso lo ví solo cinco veces, incluyendo la noche de su casamiento con Ella, cuando llego al salón recién salido de la catedral.
Esa noche lloré, por mí, por mi bebé, por haber sido tan ilusa. Por estar enamorada del espejismo de sus ojos verdes. Como correspondió, no lo molesté más. Lo llamé algunas veces solo para escuhar el timbre de su voz. Le mandé regalos de cumpleaños. Y nada más. El nunca me dió nada que tuviera esencia, ni siquiera su propio cuerpo. Ya no hablamos. Hoy solo hablaría para decirle a Ella, que él es capaz de engañarla con cualquiera. Me da lástima. No creo que pudiera soportar su mundo destruido. Escribo todo esto porque soñé con él, porque ahora me doy cuenta de que aprovechó para sí mismo mi vulnerabilidad, de que las pocas cosas que dijo no tenían verdades. No le tengo rencor. Con el tiempo aprendí que la vida siempre se ocupa de pasar las facturas correspondientes.
Por suerte a mi me llegó la hora de ser amada, por un hombre de verdad, que no tiene ojos verdes, ni brazos fuertes, pero que tiene un corazón con fuego para cauterizar dolores como el que él me hizo sentir.
Eso es todo por hoy.
Claudia
Felicitaciones... me gusto mucho este cambio en el blog esta muy bueno... lo q escribiste me gusto mucho, como los post anterior...
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte, xq se q sos muy buena mina... un beso a Eleonora
A "ese" habria que colgarlo de las bolas
ResponderEliminarPerdon por la agresibidad pero me re calente..!!
suerte!!
seguiré visitando tu blog espero que no demores en escribir algo nuevo...
chau..suerte..
T@vo: thank you
ResponderEliminarSebas, visite tu blog y me gustó mucho, ustedes los sanjuaninos tienen onda.