Hoy me siento desanimada, no sé bien porqué. Siento una necesidad muy profunda de algo que no sé explicar, que está en algún lugar de mi alma. Abracé muy fuerte a Eleonora, parece que ella supiese lo que me pasa. Igual, le doy gracias a Dios por las cosas que tengo, por mi familia, por mi gente. Estoy en mi trabajo. Se supone que en 5 minutos me vaya, pero como siempre, no es así.
Sigo pensando, necesito sentir el amor de Dios, yo sé que El es real. Pero hace mucho que no lo siento. Es que me enojé con él, por algunas cosas que pasaron, me pregunté donde estaba su justicia, su equidad, y como no obtuve una respuesta inmediata elegí enojarme con El. Cuando las personas se enojan, tratan de lastimar al otro, pero invariablemente eso se transforma en un boomerang que devuelve la ofensa. Es lo que a l menos a mí, me pasó.
Mi problema es que no puedo estar mucho tiempo enojada, con nadie, y ahora ya se me fue el enojo con Dios. Es ilógico estar enojada con él, cuando día a día me da vida para poder disfrutar de las cosas buenas que hay en este mundo. Porque hay cosas buenas en el mundo. Eleonora es mi mejor ejemplo. O Cristián, que me siguió queriendo a traves de 5 años y 1200 km. De distancia y ausencia. Y eso se lo debo a Dios, que endereza caminos torcidos, que sabe mejor que yo, lo que es bueno para mí. Con todo esto no quiero parecer una santulona, religiosa, con cara de que no mato una mosca. No soy en lo absoluto así. Soy muy consciente del mundo en él que vivo. Y soy una máquina de equivocarme. Pero cuando uno conoce un poco la clase de amor que Dios tiene con cada persona entiende, que no hay errores fatales, que aunque uno se equivoque mil veces, de mil maneras distintas, siempre hay una oportunidad de recibir la ayuda de Dios para pedir perdón y reparar de alguna manera el error.
Al menos, eso creo yo. Que tengo un Master Summa Cum Laudes en mandarme mocos.
Eso es todo por hoy. Me voy a casa, Necesito una sesión de abrazoterapia de mis amores.
Bye
No hay comentarios:
Publicar un comentario